ESCUELA CON JESÚS


EL PROCESO METODOLÓGICO DE JESÚS (4,1-30. 39-42) 
1-       Jesús parte de la realidad de vida o de la situación existencial del hombre
2-       Jesús anuncia su palabra “yo soy el cristo”.
3-       Se produce un cambio de vida  o respuesta vital.



Método de encuentro:
El animador o la animadora fue un día cautivado por Jesús y esa experiencia es la que trasmite a los niños y a los adolescentes : no se trata tanto de enseñar cosas sobre Jesús sino de transmitir nuestra experiencia personal del encuentro con Cristo. Lo que vale es el testimonio del animador y la acción del Señor, que sale al encuentro
Dijo Juan Pablo I:

“ Los niños leen más en el que está evangelizándolos que en el libro, se impregnan más de su conducta que de sus Palabras, se les graba más con los ojos que con los oídos. Son como la esponja: absorben todo lo que ven

Por ello es importante trabajar en comunidad. En este momento es indispensable el intercambio de ideas, de experiencias, de puntos de vista. Necesitamos de los otros animadores para educar en la fe, para ser auténticos apóstoles, ya que, fundamentalmente evangelizamos en comunidad.
La metodología utilizada , las experiencias nuevas, las propuestas distintas, la formación de los animadores, todo debe y tiene que ser aprendido en la Iglesia. No podemos “ cortarnos” solos. Nuestra tarea es una tarea de comunión y participación.

Los cuatro pasos de la Escuela con Jesús y su metodología

 Encuentro de Catequesis misionera:
Correspondiente a la primer semana
En él se  “escucha de la Palabra”. En este encuentro aprenden a conocer los elementos básicos del ser misionero. Escriben, ilustran, sacan conclusiones, memorizan los mensajes principales. Es un encuentro de reflexión y de estudio para escuchar y comprender lo que Dios nos comunica para nuestra misión.
La catequesis misionera se propone lograr que los niños conozcan a Jesús y en él comprendan su Misión Universal. La temática del Plan de formación responderá  al qué y al por qué de lo que Dios nos propone para la Misión evangelizadora Universal.

¿Recordamos cuál era el primer proceso por el cual Jesús anunciaba su palabra?

Situación de vida

Se parte de la experiencia personal, humana del niño o el adolescente. Se trata de la vida concreta que está viviendo y que tiene cierta importancia, qué le afecta, qué le impacta. ¡OJO! No se trata de  la experiencia personal del  animador.
Se trata de mirar la vida . De bucear esa realidad existencial, única y original. Partimos de la experiencia humana, de lo que le pasa o acontece al niño o adolescente en su vida personal y comunitaria.
Este proceso implica conocer para amar . Conocer el aquí y el ahora del grupo de Infancia o adolescencia. Es decir conocer sus valores, sus normas, su sicología, sus manifestaciones, su historia, su contexto familiar y social, su sexualidad, su religiosidad, sus formas de expresarse, sus preocupaciones fundamentales, en una palabra, sus interrogantes vitales.
El animador debe ayudar al niño y al adolescente a que profundice su propia situación, que la relacione con lo que también le pasa a los otros y que se lance a la búsqueda en común.
La falla en la catequesis suele originarse cuando se parte del punto de vista particular  del animador, de una realidad idealizada, de suposiciones inconsultas fuera de la realidad. Todo el proceso de desmorona rápidamente.

En el trabajo de planificación tener en cuenta:
*Los rasgos psicológicos propios de la edad
*Su situación afectiva , la integración familiar y grupal; las capacidades intelectuales, psicomotrices, y socioafectivas;
*Los intereses y expectativas que más los atrapan;
*Las experiencias históricas de estos niños y adolescentes concretos: situación y ambiente familiar, el contexto barrial y social en que viven;
*La cultura familiar y social en que se mueven: los programas de TV que más ven, los modelos culturales etc.
*El bagaje y formación religiosos que traen de sus casa, el nivel de pertenencia a la Iglesia o de relación con ella.
Todo lo que pueda ayudarnos a conocerlos más y mejor, para así poder quererlos mejor.

Encuentro de ESPIRITUALIDAD MISIONERA:

Corresponde al segundo encuentro, es decir, a la segunda semana.
Es la celebración y vivencialización de lo aprendido en el primer encuentro (catequesis misionera). Se trata de que todos interioricen el mensaje aprendido, que se viva se celebre y de esa manera se asimile.
Para ello, el contenido central de cada encuentro de espiritualidad depende del tema que se ha tratado en la catequesis misionera. Sin repetir el encuentro anterior, complementa su presentación refiriéndolo a la vida personal y comunitaria : ahora se trata de profundizarlo haciéndolo entrar al corazón y a la vida. En este encuentro se trata de responder al cómo se ha vivido lo que nos enseña Jesús y el cómo se ha de vivir ahora en la celebración o dinámica escogida, y después en la vida diaria. Así se profundiza comunitariamente nuestra experiencia con Jesús. Esto nos ayuda siempre a una revisión de vida, porque al conocer mejor a Jesús comprenderemos el camino para asemejarnos más a él.
 El segundo paso de la metodología de Jesús es el anuncio o proclamación de la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios es el núcleo fundamental del encuentro, es el centro.
La Palabra de Dios nos da el verdadero sentido de la vida. Ella es la “fuente
viva” de cada encuentro.




Se trata de llevar al niño o al adolescente al encuentro con el Dios vivo. El debe descubrir la presencia (o la ausencia) de Dios en ésa, su experiencia. Un Dios que lo ama, que quiere encontrarlo en su propia vida, que lo llama, lo juzga y lo salva.
El animador, como la samaritana, tiene que provocar en el encuentro , el encuentro personal y comunitario con Dios. Para que el “mensaje sea vida” hay que relacionarlo siempre con la experiencia vivida por el niño o el adolescente.
Todo esto supone que el mismo animador tenga un contacto asiduo y directo con la Palabra . Un animador que no lee, reflexiona, estudia, ni ora la Palabra de Dios, pronto no hará más que anunciarse a sí mismo. El animador debe ser un gran escuchador de la Palabra, ya que es él el portador de un mensaje, que él mismo recibió a su ve; por ello debe releerlo continuamente para mantenerlo vivo en su corazón.

Encuentro para el SERVICIO MISIONERO:

Corresponde al tercer encuentro, es decir, a la tercera semana.
Aquí se ayuda a los niños y adolescentes para que den el paso de “ser” discípulos a “ser” discípulos para Jesús, enseñando a otros lo que han aprendido de él. Los niños reconocen, en la acción misionera, la misión evangelizadora que han recibido desde el bautismo y que cumplen sirviendo, sobretodo a los demás niños del mundo. Hacen amigos para Jesús y, en su nombre, comparten con ellos su pan, especialmente, el pan de su fe, para ayudarlos en sus necesidades.
En la IAM ellos mismos llevan la luz y el amor de Jesús y ayudan a que, tanto los niños como sus familiares y amigos, sean amigos de Jesús y hagan amigos para Jesús. No solo son misioneros sino buenos animadores misioneros en su propia comunidad y por el mundo entero.
Por esto la proyección misionera de estos niños se hará evangelizando y haciendo animación misionera hacia todas las personas, especialmente hacia los niños y adolescentes.
Aunque en todos los encuentros y actividades de la IAM se asumen compromisos misioneros y se revisa su cumplimiento, en estos encuentros de “servicio misionero” se destaca y se asume con mayor fuerza la universalidad de nuestro compromiso misionero, además de asumir compromisos concretos como misioneros en nuestra propia familia, en nuestra escuela, y hacia los más necesitados en nuestro propio ambiente.
El contenido central de estos encuentros está, determinado por los contenidos de la unidad que se viene desarrollando en los dos encuentros anteriores. En el encuentro se responde al qué hay que hacer, al cómo hacerlo a favor de nuestros hermanos .

El tercer paso de la metodología de Jesús es la respuesta personal o cambio de vida frente a la experiencia de fe.

El encuentro con el Dios viviente ( con su Palabra)
Provoca, pide y exige una respuesta personal.
Dios siempre apela a la libertad del Hombre. La respuesta debe ser una respuesta libre y debe conducir al hombre a una libertad cada vez mayor.
El hombre responde a la llamada de amor de Dios por medio de un CAMBIO DE VIDA. Generalmente no se trata de un cambio mágico y  espectacular sino de una conversión diaria a la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Este cambio, esta respuesta se manifiesta especialmente en comunidad. Sin comunidad no hay “escuela con Jesús” . El anuncio del Evangelio no es individualista, es un anuncio comunitario.
El niño o adolescente  va haciendo suyo el mensaje y lo va expresando a través de una forma de vida, de un compromiso vital.
Nos encontramos con el Dios que nos salva y esto rebalsa nuestra capacidad interior y se vuelca hacia fuera. Por este motivo, este cambio o respuesta se expresa, manifiesta y celebra exteriormente. Cuando uno se ha encontrado con Dios no tiene otro camino que mostrarlo a los demás, que darlo a conocer.
En la “Escuela con Jesús”, esta exteriorización de la fe puede darse a través de:
a) Actividades de expresión de la fe:
Estas pueden ser personales o comunitarias. Estas actividades son algo más, que un recurso metodológico para el trabajo con niños y adolescentes. Experiencia de fe y expresión de fe están en íntima relación.
b) Las celebraciones comunitarias:
consisten en celebrar comunitariamente  la experiencia de Dios. Una experiencia positiva debe ser comunicada y celebrada en comunidad.
c)Los Compromisos:
           

Encuentro de comunión misionera

Corresponde al cuarto encuentro, es decir, a la cuarta semana. La comunión es necesaria para la Misión. Comunión con Jesús, comunión con los demás misioneros y comunión con todas las personas.
Estos encuentros buscan afianzar los lazos de amistad entre los miembros del grupo, crear vínculos de unidad, fraternidad y ayuda mutua. Los niños aprenden a compartir y se crea un ambiente propicio para que todos se sientan como se sentían los discípulos con Jesús. Es también el encuentro en donde, a la luz del Evangelio, se revisa la vida y se mide el crecimiento del espíritu misionero, de cada uno y del grupo.
El tema del encuentro es la vida y servicio misioneros del mismo grupo. No necesita por tanto, hacer la continuidad temática con los tres encuentros anteriores. Puede servir para compartir vivencialmente las experiencias de los encuentros anteriores.

¿CÓMO PLANIFICAMOS ESTOS ENCUENTROS?
Planificar es organizarse, evitar la improvisación y asegurarse mayor eficacia en la tarea.
Planificar es simplemente hacer un plan de trabajo.
Sus características son:
-          Cristocéntrica
-          Realista
-          Adecuada a los niños
-          Personal
-          Vital
-          Útil
-          Ágil y dinámica
-          flexible     
                     
¿CÓMO PLANIFICAMOS?
Planificación anual, mensual (los 4 encuentros) y semanal.

1-       Planificación anual:
Cada vez que uno panifica anualmente debe tener en claro el por qué y para que planifica es decir LOS OBJETIVOS, el qué quiere transmitir, es decir, LOS CONTENIDOS; el Cómo hace para alcanzar los objetivos propuestos , es decir LAS ACTIVIDADES a realizar, el cuándo y el dónde  se van a realizar dichas acciones, es decir, el  PRESUPUESTO DE TIEMPO;  el cuanto, es decir LOS RECURSOS necesarios y por último, cómo evaluar, si se alcanzaron los objetivos propuestos es decir LA EVALUACIÓN.
Núcleo catequístico:  agrupa una serie de objetivos, contenidos y actividades de gran cohesión y unidad entre ellos.
Es el Eje globalizador.
Generalmente este núcleo se expresa a través de una idea-eje, corta, simple y globalizante, que resume en una sola frase todo el contenido de esta unidad de los cuatro pasos con Jesús. Por ejemplo: “la familia de Jesús”, “vivimos la Navidad”, “La Virgen María “etc. La elección y ubicación de estos núcleos catequísticos, es una tarea que es menester realizar a conciencia
OBJETIVOS:  El Objetivo es una meta a realizar . Es un logro a alcanzar por los niños y  adolescentes de la IAM. Son ellos quienes deben lograrlo.
La forma práctica de formular un Objetivo consiste en completar una frase como: “que el niño sea capaz de...”, “lograr que el niño” o “que al finalizar la actividad los niños sean capaces de...”. Los objetivos deben ser precisos, concretos y evaluables. Los objetivos se aglutinan en torno a tres dimensiones:
1-       De conocimiento de la Palabra de Dios
2-       De iniciación Litúrgica
3-       De actitudes para el testimonio.( Servicio y comunión)
PRESUPUESTO DE TIEMPO:
Al programar nuestra tarea tendremos que tener bien en cuenta con qué tiempo disponemos y cómo nos organizamos de acuerdo al mismo, para ello habrá que determinar previamente
a-       El número de encuentros sistemáticos que habrá por semana
b-       La cantidad de semanas “útiles” que dispondremos durante el año.
c-       Los cuatro pasos que asignamos a cada núcleo
d-       Las fiestas religiosas, litúrgicas y patronales
e-       El calendario escolar
f-        Los centros de interés: la familia, la ecología etc.

EVALUACIÓN:
Al hacer la programación Tendremos que prever  la forma de evaluar si ésta se cumple o no. Es decir, poder verificar a lo largo de la marcha de la misma, si los objetivos propuestos se van alcanzando o no.
Muchas veces nuestra tarea misionera estará signada por la siembra. Solamente Dios hace crecer . Los frutos de nuestra tarea no siempre se ven. Además cada chico, cada grupo tienen un ritmo propio y personal que habrá que respetar
OBSERVACIONES: En esta columna colocaremos todas las variaciones que se van produciendo con respecto a la planificación cuando ésta se va concretando. Anotaremos los aspectos que resultaron positivos, las experiencias a recordar, los aspectos a mejorar para el próximo año, las correcciones y adaptaciones que se introdujeron sobre la marcha, etc.

 2-       Planificación mensual:
Los cuatro pasos de la Escuela con Jesús.

3-       Planificación semanal:
Organizado en los siguientes pasos o momentos:
Sin dejar de lado los 4 pasos de la Escuela con Jesús y los 3 procesos metodológicos de Jesús:


 
Presupuesto del tiempo: de 30 a 40 minutos. Pensado para niños pequeños.

1-       Motivación: Consiste en despertar el interés del niño o adolescente por el tema o cuestión a tratar. Una motivación adecuada es la clave que nos permite abrir o predisponer el corazón del niño para recibir mejor el mensaje del Evangelio.
La motivación tiene tres finalidades:
a-       Hacer que aflore la situación de vida: La situación de vida de los niños debe surgir, aflorar naturalmente.
La ambientación y preparación física del lugar juegan un papel importante.
                        Detectar cuál es la situación vital que están viviendo los niños
                        En ese momento de sus vidas y poder “rescatarla” para trabajar .

b-       Despertar el interés: Un niño motivado no solo se interesará por el tema en cuestión sino que al estar internamente comprometido con el asunto , todo su ser estará participando plenamente de la actividad.
c-       Evitar la dispersión y la desconcentración: La motivación se transforma en la ambientación previa, en predisponer los corazones para el actuar de Dios

Tratar de que la motivación no supere técnicamente el mensaje.

2-       Presentación del tema :
Viene después de la motivación . Este es el momento de la profundización e iluminación del tema o mensaje misionero. Es aquí cuando se presenta y explica el contenido de fe correspondiente al tema del encuentro.
Siempre hay que procurar una gran fidelidad al mensaje evangélico, presentándolo sin miedos ni exageraciones, pero con realismo, sencillez y exactitud.
La explicitación del mensaje se dará a través de las palabras y gestos del animador.

3-       La oración:
La oración personal y comunitaria constituye el momento central del encuentro. Tiene que ubicarse en el clímax o momento culminante del encuentro. También puede realizarse al comienzo  y al finalizar.
Para los chicos y para el animador tiene que ser algo muy importante y distinto . La postura, los gestos, el ambiente, todo debe llevar a la oración. Los niños deben diferenciar el momento de oración de los otros momentos del encuentro

Han pasado 15 a 20 minutos y los chicos “ya están pidiendo” un cambio de actividad, un cambio de lugar, necesitan expresar lo que acaban de vivir de una manera diferente.

4-       Actividades de expresión de la fe:
Llamamos actividades en general, a aquellas a aquellas acciones que el niño pone en juego, es decir él mismo es protagonista. Todo su persona se pone en acción para expresar sus vivencias ,por medio de la actividad el internaliza, aprende lo que está conociendo-viviendo
El niño solo asume en forma personal aquello que llega a expresar. Al expresarlo se aclara y profundiza lo que acaba de vivir.
Las actividades pertenecen a la entraña misma de la escuela con Jesús, son el medio privilegiado para suscitar e interiorizar la experiencia de l presencia y acción de Dios en su vida.
La actividad debe ser bien concreta, elegida de acuerdo a ciertos objetivos y  contenidos precisos.
a-       De comunicación visual o expresión plástica
b-       Actividades de comunicación o expresión sonora:
c-       Actividades de comunicación o expresión corporal:
d-        Actividades de comunicación audiovisual o expresión dinámica:

            Actividades para compartir con la familia:
Últimamente, la familia ha adquirido gran preponderancia en los ámbitos educativos y religiosos. Durante mucho tiempo se creyó que trabajar sólo con los niños era la mejor manera de educar. Sin embargo cuando se trata de la Pedagogía de los Valores, es decir de educar en las actitudes, la cosa cambia radicalmente.
No hay educación posible en los valores, si no hay plena participación de los padres en la misma. Es más, los padres son los primeros “maestros de la vida”.

5-       Compromisos:
Son tres:
a-       Personal: que él mismo pueda responsabilizarse de sí mismo
b-       Medio ambiente – Comunitario: que logre trasmitir a los demás lo que ha aprendido-vivido
c-       Ad gentes- Más allá de las fronteras: que se sienta responsable de sus hermanos alejados, sufridos etc. Y responda por él.

El niño o adolescente se compromete, según su edad, su capacidad, su nivel de maduración en la fe, a vivir de acuerdo al Evangelio.
Estos compromisos o intentos de cambio deben ser :
-          Concretos: bien definidos. El niño no puede comprometerse a ser “más bueno”, sino ayudar a ordenar sus juguetes, a compartir una galletita en el recreo con su compañero etc.
-          Evaluables: El animador y el niño o el adolescente tienen que saber si los pudieron cumplir o no.
-          Internos: tienen que brotar de los mismos niños o adolescentes.
-          Cortos: Por un corto período . Cuánto más pequeños, los compromisos serán más inmediatos.

conclusión:

1-La PEDAGOGÍA  DE JESÚS: Está centrada en su persona y en su mensaje.
Es una escuela de amor. Jesús antes de hablar se hace amigo, comprende a la persona, la conoce, la ama, la ayuda.
La escuela con Jesús se hace en comunión. Su escuela no se realiza en cada persona aisladamente, sino que la realiza en familia, en comunión eclesial.
Es la escuela para la Misión. Es una pedagogía de amor continuo, toda la vida era de enseñanza, aprendizaje, discipulado.
Es un camino que nos lleva a “ser discípulos y “hacer discípulos” para él. Para ello se dan 4 pasos en las 4 áreas de formación misionera.